¡SALUD Y PAZ EN EL SEÑOR JESUS!
Al iniciar la novena de aguinaldos en preparación a la Navidad, inauguramos el AÑO DE GRACIA, tiempo jubilar, con motivo de los 400 años del SANTO CRISTO DE LA GRITA, Patrono y Protector del Táchira. Es un tiempo oportuno para que todos, renovando nuestra fe y esperanza, nos identifiquemos con el amor que caracteriza al Salvador del mundo. Es un tiempo oportuno para que, en medio de las diversas celebraciones y actividades que se organizarán, cada uno de nosotros, de manera personal, con nuestras familias, comunidades e instituciones, reafirmemos nuestra comunión con Dios, Uno y Trino.
Al proclamar este tiempo jubilar, queremos invitar a todos a que no sólo lo aprovechemos, sino que hagamos de él un tiempo de encuentro con el Cristo Vivo, representado en la secular imagen venerada en la ciudad de La Grita. Ese encuentro nos permitirá reafirmar nuestra condición de hijos de Dios, de discípulos y misioneros de Jesús y de testigos del Espíritu Santo. Recordemos como el mismo Jesús, desde su Cruz gloriosa, nos abrió las puertas para la salvación y nos introdujo en el camino de la Novedad de vida.
Acudiremos a Él, para venerarlo en su imagen que cumplirá 400 años. De manera personal o comunitaria, vendremos como peregrinos para hacer manifestación pública de nuestra fe, y a la vez, fortalecer nuestra vida de hijos de Dios y miembros de la Iglesia. Al hacerlo, hagámoslo con el corazón abierto para llenarnos así de su luz y su sabiduría.
Todo fiel cristiano que venga a venerar la imagen del Santo Cristo de La Grita, al llenar las exigencias propuestas por la Iglesia, podrá obtener la INDULGENCIA PARCIAL. Esta no es otra realidad sino una expresión especialísima de la gracia de Dios para cada uno de nosotros, nuestras familias, nuestras comunidades, nuestras instituciones y nuestra Iglesia. Por eso, al acudir a venerar a la Santa Imagen del Cristo del rostro sereno, no dejemos de orar por nuestras necesidades, de dar gracias por los dones recibidos del mismo Señor y de llenarnos de su amor que lo llevó a entregar su vida por todos nosotros. En las peregrinaciones al Santuario del Santo Cristo de La Grita aprovechemos para acercarnos al sacramento de la reconciliación y de la eucaristía, que nos permitirán fortalecer nuestra vida de creyentes en Cristo.
Imploramos para todos los hombres y mujeres del Táchira una especialísima bendición de Jesús Salvador, representado en la imagen del Santo Cristo de La Grita. Ante Él ponemos nuestras angustias y problemas, pero sobre todo nuestras esperanzas y alegrías. Con Él seguiremos caminando juntos como Iglesia y así cumpliremos con su mandato evangelizador. María del Táchira, Nuestra Señora de la Consolación, la misma Virgen de los Ángeles, nos acompañe con su maternal intercesión. Ella que estuvo a los pies de la Cruz redentora, esté siempre a nuestro lado para protegernos y enseñarnos a hacer lo que Jesús nos dice.
Con mi cariñosa bendición.
+Mario del Valle Moronta Rodríguez, Obispo de San Cristóbal.
Por mandato del Sr. Obispo, Pbro. Edwin Contreras, Secretario Canciller
En San Cristóbal a los 16 días del mes de diciembre del año 2009.