SANTO PADRE:
Con espíritu de fe y ánimo agradecido, el Obispo y los Sacerdotes del Presbiterio de la Diócesis de San Cristóbal hemos venido en peregrinación al Santuario Diocesano del Santo Cristo de La Grita. Nos unimos así a la celebración de los 400 años de la venerada imagen de Jesucristo, patrono y protector de nuestra región tachirense. A la vez, con este gesto, queremos estar en comunión con la Iglesia Universal en la finalización del Año Sacerdotal, promovido y convocado por Su Santidad.
Damos gracias a Dios por el don del Sacerdocio por el cual hemos sido configurados a Cristo, Sumo y Eterno Sacerdote. Bendecimos a Dios por este tiempo de gracia del Año Sacerdotal, con el que nos hemos enriquecido por las enseñanzas de Su Magisterio Pontificio, por los encuentros de oración y de formación. Hemos tenido la oportunidad de “reavivar el carisma recibido por la imposición de las manos” y, ante la venerada imagen del Santo Cristo de La Grita, hemos renovado también nuestros compromisos sacerdotales.
Queremos reiterarle nuestra filial adhesión y comunión: con ello, a la vez, agradecemos de todo corazón el regalo hermoso que nos ha dado de este Año Sacerdotal. Como solemos decir en nuestra tierra tachirense, “que Dios se lo pague”. Además de confrontarnos con nuestra responsabilidad ministerial y fortalecer nuestra identidad sacerdotal, también hemos sentido la cercanía del pueblo de Dios al que nos debemos y del cual somos servidores.
Sabemos de las dificultades e injustos ataques que recientemente ha recibido. Por ello, además de nuestra oración y comunión, queremos hacerle llegar el afecto que brota de nuestros corazones. También compartimos sus esperanzas y anhelos para que se siga edificando “la caridad en la verdad”.
Le saludamos con cariño y le pedimos para todos nosotros y para nuestras comunidades una especial Bendición Apostólica.
Desde el Santuario Diocesano del Santo Cristo de La Grita, a los 12 días del mes de junio del año 2010.
