Vaticano (Prensa DiócesisSC).- El pasado 13 de junio, en el Palacio Apostólico, fue recibido por el santo Padre Benedicto XVI el Obispo de San Cristóbal, Mons. Mario Moronta. Esta audiencia se extendió más allá de lo normal, y duro cerca de treinta minutos. Además de enseñarle en un mapa donde que daba el Táchira, el Obispo le fue hablando de toda la vida eclesial del Táchira, la vitalidad del presbiterio y del seminario, los medios de comunicación social, la Universidad Católica y el Instituto Universitario Eclesiástico Santo Tomas de Aquino.
Mons. Mario Moronta señaló que “un especial interés monstro el Santo Padre por el trabajo de la Misión Diocesana que se lleva a cabo en estos momentos y por la implementación del proyecto diocesano de pastoral Parroquia Participativa Comunidad de Comunidades, y la implementación de los frutos del II Sínodo”. De igual manera dijo el Obispo, que Benedicto XVI quedo admirado del numero de seminaristas y sacerdotes y de catequistas.
Según el Mons. Moronta, el Papa le preguntó acerca de la familia y el porqué de la vitalidad de una Iglesia tan joven, ante esta interrogante el Obispo le habló de la herencia recibida de los anteriores Obispos y del entusiasmo que los sacerdotes y laicos han puesto en la tarea evangelizadora. Por otra parte, informó Mons. Mario Moronta, el Papa se interesó por los problemas sociales de la zona, y preguntó acerca de la condición territorial de la misma. Durante la conversación el Obispo fue respondiendo a las diversas inquietudes del santo Padre. Al finalizar, el Santo Padre envió una especial bendición para todos los miembros del pueblo de Dios que hacen vida en el Táchira.
Informó también el Obispo del Táchira que preparara una síntesis sobre lo tratado en la audiencia, para conocimiento del pueblo de Dios. El Obispo enfatizó que el Papa se había sentido muy complacido del trabajo pastoral de evangelización que se estaba haciendo en la región. De manera especial por la importancia que revisten para la fe del tachirense los santuarios donde se veneran al Santo Cristo de La Grita y a Nuestra Señora de la Consolación de Táriba.
El Obispo de San Cristóbal, además de otros dones, le entrego al Papa una bandeja hecha a mano por los niños y jóvenes de la escuela especial de Capacho Independencia, gesto que agradeció el Papa con una especial bendición.
