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15/4/11

Obispo anima a los Seminaristas en apostolado de Semana Santa

Prensa DiocesisSC.- Los seminaristas de la Diócesis de San Cristóbal realizaran un trabajo pastoral en diversas comunidades del Táchira durante la Semana Santa. A ellos el Obispo Diocesano, monseñor Mario Moronta, ha dirigido un mensaje animándolos en apostolado que realizarán.

“Deseo invitarles a que abran sus mentes y sus corazones y se dejen invadir por la gracia de quien dio su Vida por la salvación de todos nosotros. En la Vigilia Pascual, renovaremos las promesas bautismales: esto nos permitirá decirle al Señor que estamos dispuestos a seguirle y a identificarnos con Él. A la vez, nos animará a reafirmar nuestro sentido de pertenencia a la Iglesia en la que realizamos nuestro testimonio de creyentes”, dice el mensaje del Prelado.

--En estos días de apostolado, y durante la Pascua,  no dejemos de mostrar el rostro esplendoroso del Resucitado. Ello requiere que lo hagamos nuestro y seamos, entonces, fiel reflejo de su Luz, la que vence a la muerte y a la oscuridad del pecado. En medio de sus familias, en medio de sus vecinos o de aquellos que recibirán el servicio de su apostolado, muéstrense como lo que son: discípulos seguidores del Resucitado, que ofreció su vida en la Cruz para dar la salvación a la humanidad.

También el obispo les recordó la atención que tiene muchas personas en ellos, señaló, “los ojos de muchos estarán fijos en Ustedes: han de encontrar en cada uno de Ustedes el resplandeciente esplendor del rostro de Cristo, con quien se han identificado y en cuyo nombre deben actuar siempre”.

Finalmente monseñor Moronta les garantizo su recuerdo en la oración, y les encomendó a la protección de la Virgen Madre de Dios.  



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Texto completo del Mensaje:

A LOS SEMINARISTAS
DE LA DIOCESIS DE SAN CRISTOBAL
¡SALUD Y PAZ EN EL SEÑOR!

Queridos hijos:
Dentro de algunos días irán a sus hogares, o a comunidades donde realizarán un apostolado que permitirá a muchos fieles participar en los misterios centrales de nuestra fe. Al saludarles y desearles un rico apostolado, quiero dirigirles una palabra de aliento y de animación. Durante las etapas formativas en las que participan, discerniendo su vocación sacerdotal, van aprendiendo a identificarse con Jesús, el Señor.

No olvidemos que por el bautismo, nos hemos sumergidos en su muerte y en su resurrección. Esto nos ha dado la gracia de ser “hombres nuevos”, capaces de vivir en comunión con Dios y de poner en práctica el mandamiento del amor fraterno. Este hermoso tiempo de la Pascua, que comenzaremos dentro de unos días, ha de ser una ocasión para reafirmar tanto la fe como el compromiso de ser testigos del Señor Jesús.

Por eso mismo, deseo invitarles a que abran sus mentes y sus corazones y se dejen invadir por la gracia de quien dio su Vida por la salvación de todos nosotros. En la Vigilia Pascual, renovaremos las promesas bautismales: esto nos permitirá decirle al Señor que estamos dispuestos a seguirle y a identificarnos con Él. A la vez, nos animará a reafirmar nuestro sentido de pertenencia a la Iglesia en la que realizamos nuestro testimonio de creyentes.

En estos días de apostolado, y durante la Pascua,  no dejemos de mostrar el rostro esplendoroso del Resucitado. Ello requiere que lo hagamos nuestro y seamos, entonces, fiel reflejo de su Luz, la que vence a la muerte y a la oscuridad del pecado. En medio de sus familias, en medio de sus vecinos o de aquellos que recibirán el servicio de su apostolado, muéstrense como lo que son: discípulos seguidores del Resucitado, que ofreció su vida en la Cruz para dar la salvación a la humanidad.
Como le enseñó Pablo a Timoteo, anuncien “a tiempo y a destiempo” el Evangelio de la Vida, apoyándose también en su testimonio claro y coherente. Los ojos de muchos estarán fijos en Ustedes: han de encontrar en cada uno de Ustedes el resplandeciente esplendor del rostro de Cristo, con quien se han identificado y en cuyo nombre deben actuar siempre.

Les saludo con afecto de pastor y les garantizo un continuo recuerdo en la oración. El mismo Jesús que les llama a discernir su vocación les conceda su fuerza y entusiasmo apostólico, y que María Madre de Dios y Madre Nuestra les proteja en todo momento.

Con mi cariñosa bendición,
          +Mario del Valle, Obispo de San Cristóbal 
San Cristóbal, 12 de abril del año 2011.

Resultados Preliminares del Diagnostico Moral del Táchira