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15/8/10
Multitudinaria Fiesta Mariana en el Táchira en honor la Virgen de la Consolación
Prensa DiócesisSC.- Una fiesta de mariana se vivió este domingo con la celebración de la festividad de Nuestra Señora de la Consolación, Patrona del Táchira, en el Coliseo de Táriba donde se efectuó la solemne celebración eucaristía presidida por monseñor Mario Moronta, Obispo de San Cristóbal, y acompañado por el Obispo Castrense, Mons. Hernán Sánchez, y el Obispo Auxiliar de Mérida, Mons. Luis Márquez.
La manifestación de amor a la Virgen de la Consolación comenzó muy temprano en la Catedral de San Cristóbal con la Alborada Juvenil, y a las seis treinta de mañana el arranque la peregrinación hasta el municipio Cárdenas, a la que se iban uniendo vecinos de todas las sectores de la ciudad, y de otros pueblos de la Región.
Al llegar la imagen de la Virgen al Coliseo, Obispos y sacerdotes dieron inicio a la eucaristía a la que muchos no pudieron participar da manera directa debido a la gran afluencia de fieles que llenó todo el aforo de este recinto. Algunas personas prefirieron escuchar la misa por los altavoces externos, y otros dirigirse a la Basilisa para esperar allí el arribo de la imagen venerada.
“Hoy estamos de peregrinación. El motivo es la festividad de nuestra patrona del Táchira, Nuestra Señora de la Consolación. El objetivo es fortalecer nuestra fe en su Hijo, Jesús el Salvador. No acudimos detrás de una imagen como si ésta fuera un ídolo. No. No venimos a ver un ídolo ni mucho menos a adorar una imagen. Venimos a honrar a la Madre de Dios, pero junto a ello también a reafirmar nuestra adhesión de fe a Jesús, y con Él al Padre Dios y al Espíritu Santo”, dijo monseñor Moronta en su Homilía.
E insistió el Prelado en que “para poder reafirmar nuestra fe en Jesús y nuestra comunión con la Iglesia se requiere la sencillez de la que nos habla María en su canto de alabanza al Padre Dios. Los soberbios, los arrogantes, los prepotentes; traducidos hoy como los que se creen más que los demás, los que siguen explotando y oprimiendo a los débiles de tantas maneras: serán destronados y despedidos vacíos. Son los que, lamentablemente, se dedican al comercio de la muerte con el secuestro, la extorsión, el aborto, el sicariato, la prostitución, el narcotráfico…”
El Obispo también habló del significado del consuelo que da la Virgen, “acá en el Táchira, la veneramos y reconocemos como la madre de la Consolación. Es decir, la mujer del consuelo. Consuelo significa fortaleza. Y es lo que el fruto de su vientre nos ha venido a dar a todos los seres humanos: la fortaleza, el aliento y la gracia de la salvación. Además, por la acción del Espíritu Consolador, María se convirtió en la madre de Dios. A través de ella, podemos también sentir la fuerza, aliento y consuelo que nos viene del Espíritu Santo”.
Al final de la celebración pidió a los devotos del la Virgen de la Consolación que se solidarizaran con los que sufren por el secuestro, la extorsión, y el narcotráfico. Y les pidió a estas personas que siembran violencia en la sociedad que se conviertan y que se unan a la Iglesia.
Y antes de impartir la bendición, el Obispo de San Cristóbal recordó los esfuerzos que se están realizando para solicitar a la Conferencia Episcopal de Venezuela que el Santo Cristo de la Grita sea declarado Patrono y Protector de Venezuela.
Al concluir la misa la imagen de la Virgen de la Consolación fue llevada al templo parroquial, y en horas de la tarde recorrió en la procesión las calles del municipio Cárdenas.